Don Quijote de la Mancha

Don Quijote de la Mancha
Author: MIguel de MIguel de Cervantes
Publisher:
Total Pages: 380
Release: 2018-02-16
Genre:
ISBN: 9781985619593

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordar�me, no ha mucho tiempo que viv�a un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, roc�n flaco y galgo corredor. Una olla de algo m�s vaca que carnero, salpic�n las m�s noches, duelos y quebrantos los s�bados, lantejas los viernes, alg�n palomino de a�adidura los domingos, consum�an las tres partes de su hacien�da. El resto della conclu�an sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los d�as de entresema�na se honraba con su vellor� de lo m�s fino. Ten�a en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que as� ensillaba el roc�n como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cin�cuenta a�os; era de complexi�n recia, seco de carnes, enjuto de ros�tro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que ten�a el sobrenombre de Quijada o Quesada, que en esto hay alguna diferen�cia en los autores que deste caso escriben; aunque, por conjeturas veros�miles, se deja entender que se llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narraci�n d�l no se salga un punto de la verdad.

Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition)

Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition)
Author: Miguel de Miguel de Cervantes
Publisher:
Total Pages: 380
Release: 2018-02-16
Genre:
ISBN: 9781985619777

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordar�me, no ha mucho tiempo que viv�a un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, roc�n flaco y galgo corredor. Una olla de algo m�s vaca que carnero, salpic�n las m�s noches, duelos y quebrantos los s�bados, lantejas los viernes, alg�n palomino de a�adidura los domingos, consum�an las tres partes de su hacien�da. El resto della conclu�an sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los d�as de entresema�na se honraba con su vellor� de lo m�s fino. Ten�a en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que as� ensillaba el roc�n como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cin�cuenta a�os; era de complexi�n recia, seco de carnes, enjuto de ros�tro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que ten�a el sobrenombre de Quijada o Quesada, que en esto hay alguna diferen�cia en los autores que deste caso escriben; aunque, por conjeturas veros�miles, se deja entender que se llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narraci�n d�l no se salga un punto de la verdad.