¿TEJERÁ UNA LEYENDA ANTIGUA EL DESTINO DE UNA JOVEN? En un pueblo de montaña vivían la abuela Atl, una tejedora muy talentosa, y su nieta, Nemimati. Nemimati solamente quiere ayudar a su abuela a vivir una vida mejor, por lo que la convence de participar en un concurso en el que el ganador recibirá el título de Hiladora Real y podrá vivir en la comodidad del Palacio Real. La abuela Atl envía a Nemimati y a su joven amigo, Mishtla, a recoger los escasos y semillas mágicas de colorantes rojo con centros amarillos a partir de los cuales se puede hacer un tinte dorado luminoso. Finalmente, los niños se detienen a descansar cerca de las ruinas de un misterioso jardín del palacio donde el Árbol Fantasma de la leyenda aparece fortuitamente y llena gentilmente sus cestas. Sin embargo, no es hasta el día del tan esperado concurso que Nemimati y su abuela Atl escuchan la explicación de la apariencia del árbol milagroso. Este relato mítico está ambientado en la era precolombina de un emperador tolteca que tomó su nombre del dios Quetzalcoatl. Su leyenda lo proclama como un soberano benévolo que promovió el sacrificio sincero unos por otros en lugar del rito religioso de corazones sacrificados practicado por otros gobernantes. También se dice que presentó a sus sujetos con riqueza y conocimiento.