Claudia creyó siempre que jamás querría a nadie como amaba a Carlos, su primer y único novio, el de toda la vida y con el que estaba comprometida física y emocionalmente. Pero el destino le tenía preparada una gran sorpresa, Antonio, el chico que conoció en el Colegio, el que le enseño lo que era el verdadero amor, el que calladamente se fue acercando a su corazón y se lo robo sin que ella se diera cuenta. Un amor superior a todo, que hace que ambos inevitablemente sean devorados por el mismo fuego. Un amor que fue victima del chantaje, las malas decisiones, las presiones y la ignorancia. Un amor que no pudo realizarse pero que perduró por años y se fortaleció mas allá del tiempo y que solo la muerte traería el olvido.