A lo largo de este año 2020, por cierto, uno de los años más complejos que seguramente muchos hemos vivido, me dedique diligentemente en buscar al Señor para indagar acerca de los acontecimientos actuales y así lograr entender como adquirir un fundamento solido que nos permitiera navegar y avanzar durante esta nueva temporada. Lo primero y más importante que Dios me impartió fue en relación a Su voz; ya que "Su Voz debe convertirse en lo más relevante" en nuestras vidas. Lo segundo que Dios me impartió, fue la necesidad de generar "visión para el futuro". La visión nos permite ver desde la perspectiva de Dios, ver desde la Eternidad. Esto requiere una unción diferente, debemos activar la unción de los videntes, así como fueron hijos de Isacar, quienes eran entendidos en los tiempos, ya que podían ver desde la perspectiva de Dios. Después que Dios me revelo lo determinante de Su voz y la visión, me impartió acerca de la necesidad de "encontrar un lugar de adoración bajo un nuevo sonido", y la urgente necesidad de renovar nuestro entendimiento para entender lo que significa la adoración en Espíritu y en Verdad. Por último, la realidad de como Su voz genera movimiento, como este movimiento acompasado al ritmo de Su voz nos llevara a una confrontación; donde las limitaciones, el estancamiento y los ciclos de fracaso y derrota serán confrontados. Las limitaciones de la orfandad y la religiosidad son removidas durante esta confrontación. El resultado de esta confrontación nos llevara indudablemente al ensanchamiento.