El habla puede considerarse una herramienta cuando la analizas. De hecho, es uno de los instrumentos más versátiles y potencialmente influyentes que tenemos. Lo utilizamos para fomentar conexiones, comunicar conceptos, reconciliar disputas, realizar negocios y solicitar y obtener asistencia. A través de la comunicación verbal tenemos la capacidad de proponer, proporcionar, influir, irritar y estimular. Sin embargo, una parte importante de las personas no tiene una comprensión precisa de la mecánica operativa de esta herramienta, ni de los métodos ideales para utilizarla para lograr resultados ideales. El análisis de la conversación es el campo de estudio que aborda esta cuestión específica. Aunque nuestras discusiones pueden parecer aleatorias e improvisadas, un examen del análisis de la conversación demuestra que la mayoría de las conversaciones se adhieren a estructuras y patrones predeterminados. Al analizar estos patrones, uno puede discernir significados ocultos, anticipar respuestas, evitar la discordia e incluso modificar el discurso para influir en el resultado de los intercambios interpersonales.