Una noche, mientras dormía, me desperté súbitamente con una clara imagen mental de una frase que nunca había escuchado, una especie de epifanía o un fuerte pensamiento, donde podía visualizar en mi mente un pequeño cartel que decía "Inteligencia Espiritual". Esta forma de recibir revelación me ha sucedido algunas veces en cosas importantes, por lo que supe inmediatamente que tenía que tomarlo en serio. Durante muchos días, reflexionaba qué hacer con esta representación mental de la Inteligencia Espiritual (IE), y así, en mí cabeza, empezó a tomar sentido la idea de escribir un libro, como si fuese un deber de conciencia, que tenía que desarrollar y difundir públicamente, especialmente, por todas las cosas negativas que vivimos hoy en día, ante la falta de ética, valores y principios en la vida cotidiana de las personas, familias, y empresas, así también la corrupción en la sociedad y en la política a nivel mundial. Primero se habló del cociente intelectual o Intelligence Quotient (IQ), después de los ocho tipos de inteligencia; lógico-matemática, lingüística, espacial, musical, kinestésico-corporal, intrapersonal, interpersonal y naturalista. En los 90, tomó mucha fuerza la Inteligencia Emocional como si fuera la más importante. Sin embargo, hoy en día, seguimos con grandes conflictos a nivel mundial que afectan a toda la sociedad como un cáncer dentro de las familias, política, educación, distribución de la riqueza, guerras, droga, delincuencia, desigualdad de oportunidades, corrupción, pornografía y maltrato infantil, injusticia, doble vida, etc.. Como la lista es casi interminable, todo esto se podría evitar mediante el desarrollo de la Inteligencia Espiritual. Toda sociedad necesita cambios profundos que nacen dentro del corazón, mente y espíritu de cada individuo. Por esta razón, pienso que la madre de todas las inteligencias, la más trascendental y la de mayor impacto e influencia en nuestras vidas es y será la Inteligencia Espiritual, y que al desarrollarla se evitarían la mayoría de nuestros conflictos y sufrimientos personales y colectivos. Junto con la metodología que comparto en este libro, para desarrollar la Inteligencia Espiritual y aplicarla en nuestra vida diaria y cotidiana, aprenderemos a buscar momentos reflexivos, respirar mejor, iluminar la mente, y encontrar respuestas a las preguntas más trascendentales y profundas de nuestra existencia. Algunas de ellas; ¿Qué legado le dejaremos a las personas que nos conocieron y que amamos?, y cuando dejemos este mundo ¿Por qué cosas queremos ser recordados? y ¿Cuál será nuestra huella...? Si te das cuenta este libro no es religioso, ni mucho menos quiero ponerme como ejemplo, ya que siento que todos necesitamos mejorar. Solo espero que esta Obra "Inteligencia Práctica-Mente Espiritual" nos ayude a contestar esas preguntas y muchos de los enigmas que se nos presenten, y con las respuestas y enseñanzas adquiridas logremos vivir una vida satisfactoria junto a los que amamos, en pleno gozo, armonía y paz interior.