La Doctrina Moral de Confucio

La Doctrina Moral de Confucio
Author: Rosalía Rouco
Publisher:
Total Pages: 168
Release: 2021-05-17
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LA DOCTRINA MORAL DE CONFUCIO.Frescas, como las gotas de rocío sobre las flores en una mañana de primavera, se encuentran las doctrinas morales de Confucio, escritas por el genial filósofo y maestro chino de la antigüedad, muy frescas como si no hubiesen transcurrido más de dos mil quinientos años desde entonces. ¿Pero qué tienen estas doctrinas para que no envejezcan con el tiempo? Mucha eterna sabiduría deben contener para que esto ocurra así.Sí, las doctrinas enunciadas en su tiempo por Confucio contienen los principios esenciales que deben regir la conducta humana bajo cualesquier circunstancia, para que los hombres puedan vivir en perfecta armonía alejados de guerras y conflictos, haciendo el bien, evitando el mal, y protegiendo a los más débiles y desvalidos para que puedan desarrollarse y subsistir en medio de la competencia por la supervivencia, que a veces se muestra brutal y despiadada, pese al alto grado de desarrollo económico e industrial alcanzado por la sociedad moderna.Estas doctrinas promulgan un trato justo para todos los seres humanos tomando a la familia como célula básica de la sociedad y manteniendo el respeto, sobre todo a los padres, las leyes y los gobiernos justos, que es como Confucio apreciaba que se podría alcanzar el frágil equilibrio de unión entre los hombres. Si no hay respeto, si no se cumplen las normas, la sociedad entra en el caos, se pisotean y destruyen los valores humanos esenciales y el hombre comienza a actuar por instintos, acercándose más al lado animal en su conducta.Pero cuántos errores deben cometerse en la formación ética y moral de los ciudadanos para que esto suceda, pero sí, en ocasiones ocurre y el caos inunda las calles, y el comportamiento de las personas se hace bajo el imperio de los instintos, sin control, ni normas que puedan encaminar a los individuos a comportarse civilizadamente, lo que puede traer innumerables formas de desorden y la no observancia de los preceptos morales de conducta.En condiciones así no se respeta el valor de los cánones familiares, ni el deber y respeto para con los padres y mayores, y mucho menos a los gobiernos, que claro está, no se han ganado la confianza de los ciudadanos merced a una conducta inapropiada donde puede imperar el nepotismo, la corrupción el abuso de poderes, y sobre todo, dejarse de lado lo que es esencial para cualquier gobernante, el poner en primer lugar los intereses y necesidades de los ciudadanos, esto es, del pueblo por encima de todo.